miércoles, 21 de agosto de 2019

Crónicas Del Mundo Champetúo (Parte II)


Por Dairo Barriosnuevo*

Era viernes como a las 7:00 pm, me encontraba en la esquina de la calle 31 con carrera 29, barrio de San Roque de B/quilla, estaba en compañía de un par de amigos de la cuadra "Jóse" y "Julio", a lo lejos, escuchábamos el trepidar de un picó, que se sentía, con el va y ven de la brisa.


Dairo Barriosnuevo

Les dije, que estaba prendida la sede del picó "El Sabor Costeño", voy pá allá...sin embargo, teníamos claro, que no era frecuente, ni recomendable, que los jóvenes del sector...atravesaran la calle treinta para abajo, para ir caminando sin la debida precaución, por las calles del barrio Rebolo, gracias, a las constantes peleas entre pandillas, las llamadas fronteras invisibles, que para la década en los 80, ya eran una realidad.

Nos tiramos la caminada hasta llegar a la calle 17 con la carrera 26, a una cuadra, a donde se trasmitía las emisiones de onda sonora, finalmente, llegamos. El ambiente estaba prendido entre la calle 15 y 16, tomada por la densa multitud, la gente bailando y gozando, era una locura con cada tema de música que sonaba.

Recuerdo temas de música como: "Ma Cherie Maman" (El Asprilla) de "Las Estrellas de Namaco", "Talaka" (La Mecedora #2) de "Kenya Blue Star", "Pense a Moi" (El Hermano Pablo) de "Pablo Lubadika", "Iheoma Agighi Onye Oso" (La Pijama) de "Oriental Brother Band" Rosa Pii Mama (El Pinochet) Peter Owino Rachard entre muchos otros temas de música de ese momento.


Barrio La Luz Localidad Sur Oriente (B/quilla)

Estábamos de lo más bacano en el sardinel de una terraza, hasta que de pronto, entre el tumulto, me pareció ver una cara conocida, la del sujeto que me tumbo el billete semanas anteriores, lo teníamos casi al lado, bailando junto a nosotros, y para colmo, no estaba solo. Pensé...ñerda, que se nos podía dañar el rato y los amigos que me acompañaban, Jóse y Julio, pelaos sanos, ni siquiera se lo imaginan.

Apenas lo reconocí, él también me vio y de inmediato con el codo, alerto a los amigos pá que lo secundaran y el man se nos vino para encima.


Foto Mirjam Wirz

Se me acercó y por el estruendo del picó, me dijo casi gritado al oído ¿te acuerdas de mi? no le dije nada, yo haciéndome el loco, seguí tirándome un pase de baile, pero pilas, con la alarma encendida.

Se puso delante de mi, diciéndome: te estaba buscando. Le respondí: yo si te debería estar buscando, pero ya, déjalo así.

Me preguntó que si le podía prestar plata. Le dije que plata no traía.


Picó El Negro Rumbero. Foto: Africolombia

Me miro de arriba abajo y me vio los zapatos, eran unos mocasines de cuero que brillaban en la oscuridad, me los estaba estrenando, porque tenían un día de comprado. Me dijo que le gustan mis zapatos, y me ordeno que me los quitara. Le dije que eso no podía ser.


El coleto se llevo las manos al cinturón como para sacar un arma, y de inmediato, se las agarre, y se las apreté, le dije: deja la vaina así, que yo no quiero problemas. Ahí estuvimos, aguantados, forcejeando unos segundos, ¿no se de donde saque el coraje? lo cierto es...que lo sorprendí con mis dos manos, le dí un empellón, que cayo con las piernas para arriba, como Condorito. No espere ni a que se levantara, corrí pensando en el punzón o el machete, con el que me podía dar...me resbale y caí, me arrastre por el suelo jabonoso, había llovido por la tarde y como un resorte me levante, no hubo quien me alcanzara. Corrí desde la calle 16 hasta el puente de la 17 que atraviesa el arroyo de Rebolo.


Foto Mirjam Wirz

Mi preocupación era ¿como salen de allí, Jóse y Julio? Me quede mirando hacia la esquina de la carrera 26...hasta que vi venir a Julio, corriendo, venía agitado, pálido y con una sonrisa nerviosa, me decía, que el coleto, emputao, por no alcanzarme, fue donde él, le alcanzo a dar una patá, pero igualmente, corrió y tampoco se dejo cogé.


Ahora la preocupación era Jóse, pensábamos en lo peor, que él podía pagar por los dos.


Dairo Barriosnuevo

Lo esperamos ahí, pendientes, de tres a cinco minutos, hasta que por fin lo vimos, venía caminando y sonriente. Jóse nos contó, que el coleto, le camino para joderlo, pero que hubo varios muchachos que se metieron y lo escudaron, le advirtieron, que si le hace algo se la iba a ver con ellos. Le dijeron, que el problema tiene es con otro, o sea, conmigo, de modo, que pudo salir de ahí, escoltado, y sin inconveniente alguno.


Esa noche no podíamos irnos a dormir, sin antes, hablar con lujo de detalles, del incidente que vivimos. Lo cierto es...que esa noche, la sacamos barata.

Agradecimientos:

Fotos:

Mirjam Wirz
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*Artista Plástico e Investigador Cultural