martes, 29 de julio de 2014

EL COREANO N.1 La Leyenda De Los 70 en Barranquilla

Por Dairo Barriosnuevo *
Dagoberto Hernández en la consola del picó El Coreano N.1 en la década de los 70.
Desde la década de los 70, en la ciudad de Barranquilla, existe un nombre picotero legendario que evoca a la fiesta, alegría y goce, nombre que asociamos con el sonido, la estridencia, el color, la música y el baile. Hago referencia a El Coreano N.1, el original, el que fuera de propiedad de Concepción Hernández (QEPD)
El Coreano N.1 de Barranquilla, el oficial, el de década de los 70 
Conce Hernández, quien conformaba equipo, con un par de hijos también melómanos, Cesar y Dagoberto Hernández, los encargados de picotear este preciado y significativo aparato de sonido, para el pueblo barranquillero de la época, destacados programadores de música, admirados y seguidos, por los amantes de la cultura picotera.
Cesar Hernández
Evaristo Camargo, un crítico de arte y melómano local, dice: que “Cesar y Dagoberto, son los mejores programadores de música del mundo.”
Sepelio de Cesar Hernández publicado en julio de 2013, diario Q`hubo. 
En una entrevista que le hice a Cesar Hernández “El Más Grande” le pregunte ¿de dónde es que proviene el nombre del picó El Coreano?

Cesar me respondió que su papá Conce, tenía un sobrino, un primo de él, que quería mucho, “Alfonso Navarro,” (QEPD) quien presto el servicio militar y le tocó ir, al frente batalla, en la histórica y mundialmente conocida, la guerra de Corea, a principios de los 50.
Interpretación del Coreano N.1 dibujo en técnica de lápiz de color, 50 X 70 cm. Por Dairo Barriosnuevo 
Alfonso Navarro Hizo parte de aquel batallón Colombia N.1, a combatir, a una lejana pero también ajena, además de sangrienta guerra, de modo, que fue herido en una de sus piernas, la cual se le amputó, suceso aquel, del que apenas sobrevivió, drama de índole personal y familiar, qué, con el paso de algunos años, el viejo Concepción Hernández, capitalizo y trasformó, pasando del drama y la tragedia, a la fiesta, alegría y el goce, a través de su aparato de sonido, al que le llamó El Coreano.
Interpretación del Coreano N1, dibujo en técnica de lápiz de color, 1 X 70 cm. por Dairo Barriosnuevo 
En esa década de los 70, El Coreano, se posesionó y lideró un sin número de bailes y verbenas, propios de la época en las ciudades de Barranquilla y Cartagena.

Compartió y rivalizó la plaza musical con otros nombres como: El Gran Pijuán, El Solista, El Sicodélico, El Rojo, El Sibanicú, El Gran Torres, El Gran Fidel, El Gran Che, El Timbalero, El Isleño…entre otros.
Recreación del Coreano N.1 pintura acrílico sobre lienzo, 1 m2 por Dairo Barriosnuevo
El legado musical que en otrora, impuso el picó El Coreano, prevalece como una música viva, porque no solo la programan los actuales aparatos de sonido, sino que también suena en la radio local, haciendo parte del imaginario colectivo popular, que identifica al barranquillero verbenero: salsero caribeño, africanero, champetero y tropical.

Concepción Hernández fallece el 31 de diciembre de 1979 y con él, también desaparece, aquel legendario Coreano de los 70, decorado y pintado por el “Miguel Ángel” de las artes plásticas de los picós, Belisario De La Mata “Belimasths” (QEPD).
Luís Melao y Dagoberto Hernández, con el sueño de sacar nuevamente al ruedo, la versión de un nuevo Coreano. 
Su hijo “Cesar Hernández: El Más Grande” (QEPD) falleció, el 29 de julio de 2013.

Ya en la década de los 80, aparece lo que podríamos denominar nuevas versiones de aquel épico y legendario coreano.
El Coreano Mayor de Italo Potencia Gallo.
Dagoberto Hernández, en sus intentos de reivindicar en sociedad, el célebre nombre, dio orígen, a nuevos aparatos de sonido: El Coreano N.1 del fallecido Polo Martínez, El Coreano De Johnny Carbonell (Arce) del barrio 7 De Abril, al suroccidente de Barranquilla, y el actual y el mejor de todos estos aparatos de sonido “El Coreano Mayor” el de Ítalo "Potencia" Gallo, claro, que todos estos, son capitulos de otras historias más recientes.


Notas Bibliográficas:

Entrevista: Cesar Hernández, Evaristo Camargo, Luis Meza.

Portada del disco Salsa Picotera N.2

Fotografía: diario Q´hubo 1 de julio de 2013


Fotografía de Luciano Barraza


Fotografía archivos de Africolombia

Fotografía archivos de Fukafra


* Artista plástico e investigador cultural.
       




lunes, 16 de junio de 2014

LOS NUEVOS ENCUENTROS PICOTEROS...

Por Dairo Barriosnuevo*

EL MASTER
de Luis De La Salas (Lukasaro)
Barrio Las Moras de Soledad 
Desde hace ya algún tiempo, hace dos o tres años, en los barrios del sur de la ciudad de Barranquilla, se disparo una especie de fiebre, una repentina proliferación de nuevos equipos de sonido que son creados y bellamente decorados, al mejor estilo que solo un barranquillero lo puede hacer. Me refiero a los equipos de sonido de enormes parlantes o bafles, los cuales tienen una curiosa forma de escaparates, y que son convertidos en un precioso y portentoso objeto de arte. Esta bellamente decorado, de modo que a la primera vista, cautiva, y entonces, no queda otra que contemplar: ¡Que imagen! ¡que colores! y como si fuera poco, también se puede oír y escuchar, el sonido que brota de los parlantes. Algunos de ellos tienen un hermoso sonido, eso sí, conservando la distancia, porque suena, y de que manera, es como una tremenda detonación continua y permanente. Es el sonido que en la costa del caribe se conoce como El Picó colombiano, porque también los hay en otros lugares del caribe antillano y continental, como en el caso de Los Sound System de Jamaica, Los Sonideros de México, Las Mini TK de Venezuela...y no pare de contar.

EL GRAN PIJUAN
de Luis (Chicho) Eljaiek y Gabriel Llerena (Pastrana)
además de su pintor de planta Gerson Costa
Barrio La Alboraya de B/quilla.
Después de observar muy detenidamente, llegamos a la conclusión de que el picó colombiano es una especie de nuevo tambor contemporáneo: electrónico, mecánico y digital. Claro está, que este fenómeno picotero, tampoco es que sea tan novedoso, en un pasado no tan remoto, reinaron no solo en la ciudad de Barranquilla, estaban regados por toda la región del caribe colombiano. Cuentan los que lo vieron y vivieron desde un principio, en esta, su forma tradicional, la cual me parece genial, año de 1967, se tomaron todos las formas de baile que se hacían para la época. estamos hablando de las décadas de los 70 y 80 y todavía a principios de los 90, se resistían a desaparecer, sin embargo, se extinguieron porque fueron reemplazados por la aparición de nuevos modelos de aparatos con una tecnología de sonido "más avanzada."

EL COREANO
de Dagoberto Hernández
Barrio El Bosque de B/quilla
Durante las décadas antes mencionadas, los picós más importantes de la ciudad, porque algunos hicieron lo que llaman un (good will), un buen nombre a través del tiempo, adquirido con lucha y tesón, llenando baile tras baile, porque lo que cotiza es que el aparato venda la taquilla y mueva el torniquete, un activo de gran valor frente a la competencia o terceros, dentro de este mismo sistema de sonidos. Ahora los picós más celebres de la plaza, solamente hacían sus presentaciones musicales en los eventos multitudinarios, en los bailes de cielo abierto llamados verbena, animar la fiesta de un baile familiar era como exponerse y perder un poco el posicionamiento de la plaza, el prestigio luchado y adquirido a través de ese buen nombre.

EL GRAN FREDY
de Álvaro (El Caimán) Rodríguez
Barrio Santo Domingo de B/quilla
Con el paso de los años los bailes de verbena dejaron de pertenecer a las comunidades de los barrios populares, a donde asistían familias enteras a disfrutar y compartir de este mismo escenario, para gradualmente, pasar a manos de minoritarios grupos de pandillas juveniles, con sus inexplicables disputas territoriales: esquinas, cuadras, avenidas y barrios enteros, que solo están demarcados en sus imaginarias y violentas riñas y batallas entre los jóvenes, además, de que los bailes, poco a poco, fueron asociadas no solo con el consumo de alcohol, también con el consumo de todo tipo de drogas alucinógenas, lo que definitivamente termino por estigmatizarlos.

EL BRITANICO
de Orlando Becerra (El Boina)
Barrio Las Nieves de B/quilla 
Como si fuera poco, las comunidades de los barrios siempre considero, o creyó, que la responsable de todo este tipo de problemas de violencia y riñas entre los jóvenes, era ocasionada e incitada por la música, especialmente, la programada por estos aparatos de sonido. En la década de los 70, la música que predominaba en la programación de verbena era La Salsa, en los 80 la música Africana o la que en su momento le llamaron Champeta. Ya en los 90, la música de predilección de los verbeneros fue La Champeta Criolla. Cada una de estas modalidades musicales en su momento, cargaban con esa maldición de ser las responsables de todo lo malo que sucedía en los bailes y sus alrededores.

EL BABY DE ORO
de Alberto Oro
Otro de los aspectos negativos para los bailes de verbena y el picó, es que estos últimos crecieron demasiado en su capacidad de volumen de sonido, lo que de alguna forma, fue generando resistencia en las comunidades, donde frecuentemente, se hacían o se hacen estos bailes. Las permanentes quejas del vecindario hizo que las autoridades, de una manera permanente, estuvieran encima vigilando y controlando los decibelios de estos enormes sonidos.


EL ROJO N.1.
de Luís Salazar
Barrio Los Andes de B/quilla
Cuentan los organizadores de baile, que el peor de todos los males que le ha podido caer a los bailes tradicionales de Barranquilla, son los innumerables requisitos y permisos que hay que tramitar ante las autoridades de gobierno distrital, para poder llevar a cabo una de estas actividades y que todavía garantice algo de utilidad en cuanto a las ganancias económicas.     
EL REY
de Abdala Or
Barrio los Robles de Soledad 
Si los bailes de verbenas eran para ir a escuchar música, bailar solo o en pareja, tomar trago y pasar sabroso compartiendo y haciendo vida social con los amigos y conocidos, pero ante todo, en los bailes especiales donde hay o había encuentros o duelos de picós, aquellos mano a mano musicales, a donde se estrenaban los nuevos discos exclusivos, que serían, o son los éxitos de los próximos bailes de verbena, en medio de toda esa problemática social anteriormente expuesta, de alguna forma, ha empujado a los amantes de la música verbenera, entre los que se encuentran melómanos, bailadores, picoteros, coleccionistas y aficionados de la música y demás, para crear e inventarse un nuevo espacio, un nuevo escenario, para los llamados encuentros picoteros, los cuales eran parte de los apasionantes bailes de verbena, y con ellos, la reactivación y la puesta en circulación de la nueva música, propia de estos encuentros musicales y que al final, llegan para convertirse en los nuevos éxitos de los bailes de verbena.

Añadir leyenda
Ahora los estaderos de música en la ciudad de Barranquilla, en especial los días domingos y festivos, acondicionan sus espacios locativos y reciben la visita de uno que otro picó de bafles y sus seguidores, con los diseños y formas de escaparate que en otrora, décadas de los 60, 70, 80 y 90, con toda su bella decoración pictórica tropical y por supuesto, que con toda su música en acetato original, a la manera de museos ambulantes, que desde un pasado glorioso memorable, hacen uso de su maravilloso discurso comunicativo musical, para hacer bailar a todos los allí presentes, en este nuevo escenario, aunque en esta nueva ola picotera, también hay nuevos actores con nuevos nombres dentro de este circuito de música y goce alterno y/o plaza musical.
EL SONISTA
De Gustavo López
Barrio La Chinita de Barranquilla.

Pero ¿quienes son los que mayoritariamente asisten a estos nuevos encuentros de música picotera? es por lo general un público de gente adulta y otra gran parte de gente mayor en edad, aunque no deja de haber uno que otro joven por ahí, en medio toda esta muchedumbre, amantes del  buen sonido y de la buena música representada en la cultura de la llamada pasta musical, donde cada uno de estos acetatos de colección, puede llegar a costar una fortuna, de acuerdo a la particularidad de cada uno de estos temas musicales. Este espacio o escenario es una alternativa a los ya existentes bailes de verbenas, que en estos tiempos, se considera es para las nuevas generaciones, o sea, los pelaos, quienes crecieron manejando otro lenguaje musical con aparatos de sonido mucho más grandes y complejos, al estilo amplificación, los cuales enfatizan mucho en el show de los animadores musicales, aunque la música sea la que pase a un segundo plano, por la cantidad de efectos de sonidos y mezclas que le enciman a los discos, y es entonces, cuando la música pasa a ser llamada con el apelativo despectivo de "guarapo." una recreación barata de la música que ha sido editada por los hoy llamados disc jockeys, con todos los ingredientes electrónicos anteriormente expuestos.   

EL CICLÓN
de Lorenzo Ruiz
Barrio El Santuario de B/quilla
Actualmente, los encuentros picoteros más destacados se presentan en los estaderos de música "Rico Son" del barrio El Bosque, prontamente se trasladara a la carrera 8 del barrio Las Palmas, "Los Recuerdos de Ella" del barrio El Bosque, "El Miuller" en el barrio Nueva Colombia, "La Deportiva" y "La Bombonera" del barrio Las Nieves, estadero "Salsa Fredy" en el barrio Santo Domingo, "El Gran Rey" en el Centro de Barranquilla, entre algunos otros.


Fotografías: varios perfiles del facebook, grupo del Facebook: Melómanos de la Música Verbenera, archivos de Fukafra.

*Artista Plástico e Investigador Cultural.



domingo, 15 de septiembre de 2013

EL CHILENO, LA MAQUINA MUSICAL LLEVADA DE LA MANO POR EL LEGENDARIO ZURDO.

Por Dairo Barriosnuevo*



Picó El Chileno de los años 80s, pintado por Belimasth

Por allá, a principios de la década de los 80s, en la ciudad de Barranquilla, empezo hacerse visible el nombre de un pequeño aparato de sonido (sound system) llamado El Chileno, pues bien, era un picó con una identidad musical muy bien definida, mientras que la mayoría de estos aparatos tenían una preferencia musical tropical, de mucha salsa, música afrocaribeña y del caribe antillano no hispano hablante, además música africana, y sin que este dejara de programarlos, el fuerte de su perfil era la música disco, soul, pop y rock. 

El Chileno, siempre fue un aparato de sonido, que prestaba sus servicios musicales en los llamados bazares bailables, que se realizaban en los colegios o centros de educación media, además de las llamadas mini tecas, de la época.

Impulsó muchos discos que le mandaban y traían desde los Estados Unidos y Europa, y que todavía hoy, son verdaderos clásicos bailables de verbena, música disco, soul, pop y rock los cuales, fueron dados a conocer en el sistema de musica picotero y verbenero de la ciudad de Barranquilla y todo el caribe colombiano.

Con esta misma influencia musical se llegaron a identificar otros picós como en el caso del Ray Estereo, El Mundy Estereo, Los Melódicos, El Fidel de los 90, el cual pretendió imponer los sonidos electrónicos discotequeros correspondientes a otros contextos musicales, además, de otro importante animador de esa misma década de los 90, como lo fue también el picó El Rumbavana.

En aquella época de muchacho andaba uno por ahí, pendiente de la música, el baile y el goce, sin embargo, era como algo inadvertido preguntarse o saber el por qué las cosas se llaman por su nombre. Pues bien, ahora en estos tiempos, estuve averiguando ¿que era lo que había pasado? con aquel exitoso picó de la década de los 80s.

Me di a la tarea de visitar al señor Alcides Pérez, quien fue y es en actualidad su propietario, porque el picó todavía existe, lo pude ver y es una todavía una realidad, no del modelo, ni el tamaño como en aquellas gloriosas y nostálgicas épocas, pero pude apreciar la serie de parlantes con el modelo y el diseño del día de hoy. Lo primero que le pregunte a este señor ¿que relación tiene el aparato con el nombre que desde hace años lleva puesto? Me dijo que no tenía ninguna con aquella lejana nación del sur del continente latino americano.

El señor Alcides Pérez es un rebolero de pura cepa que nació en la misma cuadra donde siempre ha estado ubicado el reconocido y emblemático estadero de salsa "La Cien" de Barranquilla, a quién de pura mamadera de gallo, cuando muchacho, le acuñaron el apodo de "El Chile."

Este señor que hoy pasa de los 70 años, siempre tuvo como oficio ser relojero, además, de ser un pequeño comprador y vendedor de oro y joyas al detal, siempre tuvo como hobby el tener su picó el cual lo hizo popular y grande a mediados de los 80s, lo posesiono en la plaza como uno de los más destacados, entre los más importantes para la época en la ciudad de Barranquilla.


Alcides Pérez, propietario del picó El Chileno de Barranquilla.

Alcides Pérez cuenta que para que El Chileno fuera un picó importante tuvo la extraordinaria conducción de un gran líder picotero llamado Alexander Castro, más conocido en este mundo de la música y el sonido como "El Zurdo" (QEPD), quien estuvo en la consola de este picó desde que era un joven adolescente, hasta los últimos días de su vida a finales de la década de los 90s. Al Zurdo siempre lo secundaba en la tornamesa del picó otro programador de música llamado Edinson Pérez "El Arropilla" Alcides dice que juntos eran un equipo batallador incansable e imbatible, gracias a ese saber en el manejo de la plaza de parte del Zurdo y que mantenían contentos a los grupos de bailadores y melómanos que le seguían, por los diferentes barrios de la ciudad a donde El Chileno hacía su presentación.


El Chileno, dibujo a lápiz grafito 50 X 70 cm, obra de Dairo Barriosnuevo.

Los que recordamos a El Zurdo, sabemos, que fue una leyenda viva en la torna mesa, gracias a su destreza en el manejo y velocidad con los toca discos, él sabía, con minucia, la música que existía entre los diversos picós rivales y coleccionistas, dentro de este contexto musical, como quien dice, los tenía a todos bien estudiados, con el ánimo, de crear y tener estrategias comunicativas que son discursivas, y competir, con la eficacia y el manejo de un discurso comunicativo musical apropiado, en cada uno de los toques o presentación, en las diferentes plazas o barrios, donde El Chileno tenía que hacer su presentación.

El picó El Chileno siempre participó de los grandes eventos en los años 80s gracias a ese saber musical de Alexander Castro. A través del picó El Chileno se impuso en los bailes de Barranquilla una serie de temas musicales que fueron de su exclusividad, introdujo algunos temas de música Disco, Rock y Afro caribeños, los cuales no se acostumbraban a escuchar en este sistema de sonido picotero.

Una vez en un gran evento bailable, donde se reunió a los diez mejores picós de Barranquilla, en la célebre caseta La Tremenda, donde hoy funciona El Centro Comercial Parque Central, frente a la antigua Universidad del Atlántico de la 43.


El Guajiro, de propiedad de Julio Pájaro, foto: Deborah Pacini Hernández.

El Zurdo le hizo creer a los bailadores de Barranquilla, que el picó El Chileno, tenía en su discoteca un disco que para entonces, literalmente, valía oro, era exclusivo del picó El Guajiro de Cartagena, Un disco de la producción musical Angola 70, al que aquí le bautizaron como "El Palenque" Cada vez que le tocaba el turno al picó El chileno, lo ponía de salida y cerraba la tanda musical con ese mismo disco, los coleccionistas, melómanos y bailadores champetúos, quienes saben lo que significaba esto dentro de este mundo verbenero, estaban boquiabierto, no podían creer lo que sus oídos escuchaban, y ver que el Zurdo, ponía la aguja del tocadisco en el acetato que estaba puesto en el plato del toca disco "Garrard," y repetía una y otra vez el clímax musical del disco. Hasta ese momento, el legendario exclusivo del picó el Guajiro, que por años había sonado como suyo, le había llegado a su fin. Pero que va, este astuto picotero le metió gato por liebre a todos los allí presentes en ese baile, eso no era más que un truco, el mencionado disco, que para entonces era de difícil consecución, lo tenía sonando desde el casete de una grabadora que tenía conectada al tocadisco y que estaba guardada en el cajón donde El Chileno tenía almacenada la música, o sea, el disco que tenía puesto en el plato no era tal, era cualquier otro long play, el cual tenía las etiquetas raspadas y que nunca sonó. Los fragmentos de grabación del éxito de Angola 70, los había conseguido y editado, de uno de los volúmenes que era de propiedad del Guajiro y él, Alexander Castro (El Zurdo), de manera muy hábil, ponía el jingle del Chileno en vez de que sonara el del picó El Guajiro y donde el disco se interrumpía y repetía, hacía el simulacro de que lo devolvía, pues bien, durante todo el evento, este picotero, se la paso vacilando a los asistentes al baile con un disco, cuya pasta nunca estuvo presente en esta gran contienda musical, realizada en Barranquilla. Ese truco musical hizo que destacaran y premiaran al picó El Chileno en esa misma noche del baile.

http://www.youtube.com/watch?v=Cr5g1n4fJUY

El Zurdo no solo fue picotero, de alguna forma también fue técnico electrónico de sonido (empírico) conocía y manoseaba la máquina sonora que siempre manipuló y por ende, las de otros equipos sonoros, trabajaba embobinando twitters y parlantes. El Zurdo falleció a consecuencia de una penosa enfermedad pulmonar, la cual se cree, que estaba asociado con la manipulación de sustancias tóxicas y peligrosas, en el menester de las bobinas hechizas, la cual era ya un experto muy reconocido y solicitado en este medio picotero.

Alexander Castro (El Zurdo). Obra de Dairo Barriosnuevo, dibujo a lápiz de color, 50 X70 cm.   

La temprana desaparición del popular Zurdo le significó al medio pìcotero una gran pérdida, fue la ida de un gran animador en este mundo popular de la música y el sonido electrónico y mecánico, pues, se había ganado su espacio entre los picoteros del primer orden, imponiendo grandes éxitos musicales que fueron considerados como exclusivos en el momento de su lanzamiento, a través de su única fuente de misión comunicativa llamada El Chileno. Se posesionó al lado de los actores más visibles y memorables como Cesar y Dagoberto Hernández, Cesar Romero (El Boqui), Antonio (Toño) León, Luciano Barraza, Alex Alemán, Luis (Lucho) Meza, Wilfred Guerrero, Antonio (Toño) Noriega, William Santiago (Care burro)...entre muchos otros, porque la lista es larga.


Después que desapareciera Alexander Castro (El Zurdo), el picó El chileno también empezó a decaer, hasta desparecer de los eventos y escenarios musicales más importantes de la ciudad de Barranquilla.



Notas Bibliográficas:

Fotografía: Deborah Paccini Hernández, Archivo de Africolombia y Fukafra.

*Artista Plástico e Investigador Cultural 
          

                            

 









jueves, 15 de agosto de 2013

RETAMOZA, EL CORRESPONSAL DE LAS ARTES PLASTICAS DEL BARRIO ARRIBA DE BARRANQUILLA.


Por Dairo Barriosnuevo*


Carrera 32 Calle 28 Esquina
Jesús Martines Retamoza es un joven que nace el 25 de octubre de 1992 en el municipio de Sitionuevo (Bolívar) y aunque haya nacido en estas tierras, él, se considera ante todo, Barranquillero, vive aquí desde que tuvo los tres años de edad. Retamoza es un muchacho entusiasta, emprendedor y mamagallísta, pretende abrirse camino en el mundo de las artes plásticas, y lo hace a través de su primera producción minuciosa del dibujo en tinta, el cual son apuntes del natural elaborados con un bolígrafo.

Carrera 32 Calle 29 Esquina.

Desde muy niño estuvo observando el trabajo plástico del maestro Alfredo García (Q.E.P.D) quien era su vecino en el barrio San Roque, tiempo después, se vinculo a la asesoría y orientación de los talleres de artes plásticas del proyecto Casas Distritales de Cultura, a través de este servidor, el cual ofrecía sus servicios de formación a una cuadra de su residencia. Hoy, este joven está formalizando sus estudios en la Escuela Distrital de Arte (EDA), formándose y perfeccionando el lenguaje comunicativo a través de los diferentes medios técnicos que la academia formal y tradicional le puede brindar, y con los que pretende expresar lo que vive, siente, quiere y piensa.


En el inicio de su primera producción artística, la materia prima de sus imágenes es el antiguo Barrio Arriba, conformado por los barrios tradicionales de Barranquilla, el barrio de San Roque y Rebolo. Retamoza ha venido exponiendo sus trabajos de manera gradual y colectiva con sus compañeros de grupo con el que se viene formando en los eventos y cierres del proyecto Casas Distritales de Cultura y en ocasiones, cuando ha hecho parte de la Escuela Distrital de Arte, además, de las permanentes actividades culturales que organiza La Fundación Casa de Hierro, y por supuesto, los recientes eventos del proyecto del Distrito y El Museo del Caribe: Barrios Creativos.  

Retamoza en cualquier día de la semana, ya sea en las horas de la mañana o la tarde, sale a caminar con una tabla de triples bajo el brazo, cartulinas de cuarto u octavo  y un bolígrafo, y como perdido buscando una dirección, mira hacia todos lados las calles y esquinas, observa las viejas y olvidadas ruinas de mansiones, como el objetos de estudio de su arte, las viejas edificaciones y casas residenciales que en otrora, fue el opulento barrio de la gran sociedad barranquillera. Claro está, lo hace con la debida precaución, con muy bajo perfil, se ubica y pacientemente comienza a dibujar e interpretar, lo que su ojo artístico plástico percibe.

Calle 28 Carrera 32.
Retamoza podría congelar la imagen apoyado de una cámara fotográfica, a la manera como lo hacen algunos reconocidos acuarelistas de esta misma ciudad, pero no debe, a duras penas carga consigo un viejo celular, gracias a la tremenda inseguridad que hay en el sector, pues, son abundantes los sujetos que circulan y que son amigos de lo ajeno. El sentido de pertenencia que Retamoza tiene para con aquel espacio, le permite a la perfección, atravesar aquellas fronteras que son invisibles para cualquier advenedizo en estos lugares, como consecuencia, de las imaginarias luchas territoriales entre los jóvenes, que atrincherados, conforman grupos y pandillas, que desde hace años, eran fervientes seguidores de picós, como en el caso de los champetúos de la Zona Negra, Las Tablitas, El Oasis, El Golfo, La Búfalo, entre otros sectores, en el que actualmente está dividido los barrios de San Roque y Rebolo.


Quizás la causa principal desde hace algunos años, es la sangrienta guerra ocasionada por el control del mercado del micro tráfico de drogas alucinógenas, situación esta, que trae a colación aquel crudo y dantesco films brasilero de Fernando Meirelles y Katia Lund,  podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que, Barranquilla tiene su propia “Ciudad de Dios” y en el joven Retamoza, nos encontramos ante un Buscacapé.

Calle 17 Carrera 32, entrada hacia El Rincón Latino.
No podíamos dejar pasar por alto como parte de este problema de descomposición social, aquellos zombies que hacen parte del paisaje, que habitan y deambulan por estas calles, como en aquel famoso video clip de Michael Jackson llamado triller,  personas indigentes y harapientos a los que se les llama locos, muchos de ellos son recolectores y reciclado res, que viven de las basuras, y que en su gran mayoría, son víctimas y clientes de la adicción a las drogas alucinógenas, que se expenden en el sector de la llamada zona cachacal y alrededores, y más allá, cubriendo no sólo la zona del centro y el mercado de Barranquilla, sino todo el cinturón de la localidad del sur oriente. El paisaje deshabitado que se aprecia en los trabajos artísticos de este joven artista, no representa la falta de un manejo técnico en la figura humana, por el contrario, es hasta un excelente retratista. 
JESÚS MARTINEZ RETAMOZA
Son estas, entre otras, suficientes las razones para denominar a Jesús Martines Retamoza, como un corresponsal de las artes plásticas en el barrio Arriba.


* Artista plástico e investigador cultural
















martes, 30 de abril de 2013

LA OBRA PLÁSTICA DE DAIRO BARRIOSNUEVO (6)


AVANT GARDE AND POP ART


              Por Walter Fernández Emiliani*

El Supersónico: Por Dairo Barriosnuevo; acrílico sobre lienzo, 100 X 100 cm.


Si hay una obra que define cabalmente la idiosincrasia del Barranquillero, esa es la de Dairo Barriosnuevo. Son fenómenos que con el tiempo, devienen iconos populares. Igual sucede con Alci Acosta, cuando interpreta "La copa Rota" de su autoría: resumen el sentir colectivo.


Skorpion Disco Show: por Dairo Barriosnuevo; acrílico sobre lienzo, 100 X 100 cm.

La concepción artística de los Pickup en torno a la cultura popular de barriada, al colectivo que se refocila entorno al 'tótem', al rito fraterno de la fiesta y el goce de fin de semana, ha dado paso, en esta nueva muestra, a imágenes que no son otra cosa, que representaciones imperfectas de la realidad, idealización lúdica de nuestra cultura, aspiración ingenua del populacho, expresión de un kitsch que brota espontáneo de una estética dudosa y que Dairo recoge como propuesta pictórica y social.



El Gran Che, por Dairo Barriosnuevo; acrílico sobre lienzo; 100 X 100 cm.


¿Que hace sociología? por supuesto, porque es la expresión de un Pop art, en que el individuo se reconoce en el instante que es mas suyo. ¿No fue Marx, el que dijo que "El tiempo es el espacio de la libertad"? y agregó -en alguna parte- al hablarnos del hombre múltiple, que en el futuro "ya no habrá pintores, sino, solamente, hombres que pintan", púes bien, es en esta multiplicidad donde se expresa Barriosnuevo, en una obra que no se queda en lo convencional de la plástica, sino que trasciende su entorno y lo hace suyo.



El Timbalero: por Dairo Barriosnuevo; acrílico sobre lienzo, 100 X 100 cm. 



El Gran Fredy: por Dairo Barriosnuevo; acrílico sobre lienzo, 100 X 100 cm.




*Escritor y poeta.
Edición y recreación gráfica: Dairo Barriosnuevo.

lunes, 22 de abril de 2013

LOS TOREROS DEL TOCADISCO

El sistema de sonido de los picós de la Colombia africana

       Por Daisan Mc Lane
Noraldo Iriarte más conocido como Chawala DJ, El Capo No.1.
 
Abrirse paso entre la gente joven en su mayoría negros cartageneros...!!! 

Colombia como cualquier otro lugar del Caribe tiene la propiedad de improvisar. El picó es la ingeniosa contribución de Cartagena a la tecnología caribeña. El picó es…la mejor forma de conocer este aparato es compenetrándose con él.
Abrirse paso entre la gente joven en su mayoría negros cartageneros hasta llegar a la cabina de Noraldo Iriarte, más conocido en los alrededores de la ciudad como Chawala. El Capo No.1. El equipo de Chawala parece como un proyecto de ciencia de escuela secundaria…dos tocadiscos “technics” puestos en una caja de madera (consola) con luces rojas, espejo de manos, cinta reflectiva y una imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro; un amplificador de tubos irradiando calor, conectado a una gran cantidad de cables, que más bien parece una comida de espagueti italiano; y un par de cajas de seis pies de altura, pintadas al estilo grafiti con el retrato de El Rey.
Versión del picó El Rey, pintado por Alberto Cuesta Rodríguez (Alcur) a finales de la década de los 80s.
¡Pickup…picó…cógelo!
Estos sistemas de sonidos cartageneros están organizados con grupos de muchachos que viven en la misma cuadra del barrio donde el picó tiene su residencia. La mitad de ellos son técnicos, que permanecen allí firmes para cualquier eventualidad con la herramientas a la mano.
El líder de ese grupo es por supuesto el Disc Jockey o picotero. En las manos de un gran picotero el brazo, se convierte en una brocha, un tambor o un cuchillo. Solo basta mirar lo que Chawala hace, cuando mezcla los diferentes tonos o sonidos; él, perfectamente coloca la aguja “pickeríng” del tocadisco en forma exacta en el surco que le interesa que suene.
El picó cartagenero parece más antiguo que los que hay en sur del Bronx (USA). Y a su vez más viejo es más viejo que la música Hip-Hop, además existen algunos que datan de los años 50.
Hay un elemento misterioso y fascinante en esta cultura caribeña, quizás es el mismo proceso que tienen las bandas de metal de Trinidad o el arte de Haití.
¿Qué tienen los picós de Cartagena para cautivar con sus máquinas y sonido a la cultura joven? La explicación es una sola…la música.
Una muestra de la cuadrilla y fanáticos seguidores del picó El Rey, para el año de 1991
Los picoteros no colocan mucha salsa, vallenato o cumbia, que es el sonido predominante en otras regiones de Colombia. Los ritmos que tocan los picós, vienen directamente de África: Soukous, Makosa y Soweto (Así es como llaman los cartageneros a la música surafricana, la cual constituye el 80% de las mezclas musicales del picó).
La música africana es igualmente llamada champeta en alusión a los primeros seguidores que acostumbraban a llevar navajas para defenderse en los bailes.
“La historia de cómo consiguen la música africana después de cruzar 3000 millas de mar y tierra, es también una gran leyenda”
Según Jimmy Melodía comerciante o vendedor de discos local, él compró música africana en la década del 70, pero según Humberto Castillo un distribuidor rival, unos marineros fueron los primeros en llevar los discos africanos a los picós de Cartagena. Castillo con sede en Barranquilla, fue uno de los primeros en conseguir licencias de representación y mercadeo para la música africana, en discos de vinilo para el público colombiano. “Por años el comercio interno de los discos se ha dado entre disc jockey y los piratas de las grabaciones. Castillo mostró su pasaporte colombiano lleno de visas de países como Camerún, Nigeria, El Zaire, Francia, con el afán de demostrar sus transacciones de tipo legal en esta música.
 
Humberto Castillo, un trotamundos, en sus largas travesías por Europa, África y el Caribe, en busca de música africana y afrocaribeña, para poder surtir el sistema de sonidos picotero al norte de Colombia.   
Pero la verdadera historia de las conexiones musicales africanas, tal vez nunca se sepa, ya que entre los picoteros y los distribuidores de discos hay un celo extremo respecto de dichas fuentes. Tanto es el celo o desconfianza para no dar a conocer el sello ni las carátulas originales de los discos, que rayan o raspan los nombres de los temas o canciones, autores, créditos y direcciones, garantizando así el poder llamar o bautizar los discos como “exclusivos”. Lo que realmente hay que definir, es que tan pronto la música africana llegó a Cartagena, se regó como una tormenta por los picós al igual que una refinería de fuego, donde los picoteros o toreros con su cuadrilla, hacen la mejor faena musical en beneficio de un público con influencias africanas.
El Picó Cartagenero es un producto de las mezclas culturales afro caribeñas, que lo convierten en una especie de ente religioso para todos sus dueños y seguidores.
El Rey a través del lente del fotógrafo y artista Fernando Mercado, a mediados de la década de los 90s 

Ahora, la electricidad es visual
¡Qué imagen!
Esclavos negros colombianos, derrumban las murallas coloniales de la vieja Cartagena, bailando a través de los vencidos conquistadores, celebrando la victoria del poder mágico del picó.



Notas bibliográficas:
Por MCLANE, Daisan. The New York Times, Domingo 23 de mayo de 1993
Traducción y adaptación: Manuel Reyes Bolaños (MANREBO)

Texto extraído de la producción musical: Todos Cogen Golpe con Chawala; Rey Records

Fotografía: Fernando Mercado.

Archivos fotográficos de Africolombia y Fukafra.

Edición y recreación gráfica: Dairo Barriosnuevo.